Estando enferma puede que dar leche a tu bebé sea bastante agotador y quizá creas que no es una buena idea, pero es mejor seguir dando el pecho casi con cualquier enfermedad común. Si tienes un resfriado o gripe, fiebre, diarrea o vómitos, o mastitis, continúa con la lactancia de forma normal. Tu bebé no se pondrá enfermo por tu leche materna. De hecho, esta leche contendrá anticuerpos que reducirán el riesgo de que sufra la misma enfermedad.
No solo es seguro, sino que dar el pecho mientras estás enferma es una buena idea. En realidad, tu bebé es la persona que menos probabilidades tiene de caer enfermo con tu dolor abdominal o resfriado, ya que ha estado en estrecho contacto contigo y recibe una dosis diaria de esos anticuerpos protectores de tu leche.
No te preocupes por el suministro de leche materna
Seguirás produciéndola. Lo único que tienes que hacer es no detener la lactancia de forma brusca, ya que corres el riesgo de sufrir una mastitis
Una buena higiene es importante para minimizar el riesgo de propagar la enfermedad. Lávate las manos con jabón antes y después de alimentar al bebé, preparar la comida y comer, ir al baño o cambiar pañales. Utiliza un pañuelo para la tos y estornudos, o usa el pliegue del codo (no las manos) si no tienes un pañuelo a mano, y lava o desinfecta siempre las manos después de toser, estornudar o sonarte la nariz.