cursos lactancia materna

El contacto piel con piel inmediato e ininterrumpido con tu bebé tras el nacimiento es muy importante, puesto que además de favorecer el inicio de la lactancia y la adaptación de tu bebé a la vida extrauterina, ayudará a establecer un vínculo que les unirá por el resto de sus vidas. Este contacto piel con piel puede durar hasta que completen la primera toma o hasta que tú y tu bebé lo decidan.

piel con piel

Inmediatamente tras el nacimiento, un bebé sano debe ser colocado boca abajo y con la cabeza ladeada sobre el abdomen y pecho de la madre en contacto piel con piel. Durante este tiempo el recién nacido se adapta y regula su respiración, circulación sanguínea, temperatura corporal, adaptación a la gravedad, etc. El contacto piel a piel disminuye el estrés de ambos, y los hace sentir plenos. Aunque este periodo de adaptación debe ser supervisado siempre por los profesionales de la salud y por la persona que te acompañe, que deberá saber qué observar y cómo advertir de cualquier anomalía.

El bebé en contacto piel con piel verá estimulados sus reflejos y, en cuanto haya descansado,
buscará el pezón y se agancharáed espontáneamente al pecho. Si no lo consiguiera por sí mismo en
la primera hora, solicita ayuda a los profesionales que te atienden.

contacto piel con piel

La vigilancia del bienestar de tu bebé durante el contacto piel con piel es sencilla, únicamente
hay que controlar que:

  • Los labios estén sonrosados. Avisa si notas los labios azulados o pálidos.
  • El recién nacido respira sin dificultad. Avisa si notas que le cuesta respirar o hace algún ruidito
    (como un quejido).
  • Tiene buen tono muscular. Avisa si lo ves muy blandito (como un muñeco de trapo) o tembloroso.

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Por karina

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