La alimentación es algo que se debe cuidar durante todo el embarazo y después de este durante la lactancia.
Nuestro cuerpo va a necesitar unas 620 calorías para producir aproximadamente unos 750 ml de leche diarios, de las cuales 170 calorías van a salir de las reservas de grasa y 450 calorías restantes de las consumidas en la dieta.
Se recomienda que las madres moderadamente activas tomen un adicional de 450 a 500 kcal al día. Aquellas madres que amamantan van a necesitar tomar más calorías al día para satisfacer sus necesidades nutricionales al amamantar.
Es recomendable que la ingesta de calorías en una madre lactante sea de 2300-2500 kcal/día (subiendo a 2600-3000 Kcal/día en el caso de gemelos) y nunca menor a 1800 Kcal/día ya que una baja ingesta calórica, por muy completa que sea la dieta, puede producir fatiga y disminuir el volumen de la leche, y precisamente con un recién nacido en nuestros brazos, la energía es algo con lo que no queremos escatimar.
En conclusión: antes, durante y después del embarazo toda mujer debe llevar una dieta balanceada guiada por un nutriólogo materno infantil para asegurar que se está obteniendo las calorias requeridas durante el dia.
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